jueves, 14 de octubre de 2010

CONTENIDOS BÁSICOS EN LA EDUCACIÓN INFANTIL

Desde una óptica interaccionista, los contenidos son necesarios tanto para el desarrollo de procesos psicológicos, como para el logro de aprendizajes concretos. En Educación Infantil se podría entender como contenidos cualquier aspecto de la realidad, incluyendo al propio niño que, en interacción con el sujeto, puede producir algún tipo de aprendizaje. En el DCB se considera una triple dimensión de los contenidos:
  • CONCEPTUALES: Hechos, conceptos y principios
  • PROCEDIMENTALES: Procedimientos, destrezas, técnicas, habilidades y estrategias.
  • ACTITUDINALES: Actitudes, valores y normas.
Por contenidos se entiende, “algo más que una selección de conocimientos pertenecientes a diversos ámbitos del saber elaborado y formalizado” (Gimeno, 88). Los contenidos de Educación Infantil, al igual que los objetivos, tienen un gran peso psicológico, al estar vinculados a las capacidades a desarrollar. Los contenidos se refieren a las actividades o experiencias de cualquier tipo (manipular, observar, oír, relacionarse, recapacitar...) que los alumnos tienen que realizar para conseguir los objetivos.
En el Diseño Curricular Base, buscando la interrelación estrecha de los tres tipos de contenidos, se agrupan en BLOQUES. Estos no tienen un orden preestablecido por lo que el profesor a la hora de programar esta unidad deberá buscar todos aquellos bloques que puedan tener cabida en ella, y a partir de éstos, tendrá que seleccionar los contenidos más adecuados.
En la selección de los contenidos hay que buscar la funcionalidad de los mismos a dos niveles:
  1. Funcionalidad a corto plazo. Esta característica está muy ligada a la generalización. Moreno y Sastre (80) “todo aprendizaje escolar carece de sentido si no tiene la posibilidad de ser generalizado a un contexto distinto a aquel en que se origina”.
  2. Funcionalidad a largo plazo. En este sentido la selección debe ir en la línea de dotar al alumno de capacidades que, en el futuro, van a servirle para una mejor integración en el mundo social.
Los diferentes BLOQUES se agrupan a su vez, en ÁREAS CURRICULARES que se conciben como ámbitos de experiencia (lo que en otros niveles serían los ámbitos de conocimiento o las asignaturas), más ligados al desarrollo que a la cultura. La estructuración en áreas tiene por objeto facilitar al profesor la ordenación y planificación de su actividad docente, así como recoger los contenidos científicos, metodológicos, técnicos y actitudinales aportados por las diversas disciplinas que están en la base de cada una de las áreas.
  • IDENTIDAD Y AUTONOMÍA PERSONAL. En ella se especifican los objetivos y contenidos relativos al conocimiento de sí mismo, autoimagen, control motor, descentración e independencia.
  • DESCUBRIMIENTO DEL MEDIO FÍSICO Y SOCIAL. En ella se especifican los objetivos y contenidos relativos al conocimiento del medio y de la realidad física y social del niño (objetos, animales, personas, grupos, entornos...). Asimismo contiene la creación de sentimientos de pertenencia a diferentes grupos y actitudes de respeto y valoración.
  • COMUNICACIÓN Y REPRESENTACIÓN. En ella se especifican principalmente los objetivos y contenidos relativos al desarrollo lingüístico (y otras formas de expresión: corporal, plástica, musical) en sus aspectos de comunicación, interacción, expresión y representación.
  • EDUCACIÓN RELIGIOSA. Se incluye únicamente en el segundo ciclo de la etapa (3 6ñ) para aquellos alumnos cuyos padres lo deseen.
En cada área se concretan los contenidos referidos a hechos y conceptos, procedimientos y actitudes, valores y normas. Contenidos que se repiten desde los tres ámbitos.
Las áreas curriculares trata de un nivel intermedio caracterizado por las siguientes notas:
  1. Cada ámbito de experiencias recoge e integra contenidos correspondientes a diversas áreas, así como “conceptos puentes” y otros elementos articuladores de diferentes campos del saber.
  2. El ámbito de experiencias se organiza con un sentido esencialmente pedagógico y no epistemológico esto es, con el fin de facilitar la organización de los contenidos en el curso de la acción educativa.
  3. Los núcleos o centros en torno a los cuales giran cada uno de los ámbitos de experiencias han sido seleccionados por constituir exigencias curriculares actuales y de gran arraigo en la comunidad. Estos ámbitos de experiencias habrán de adecuarse al contexto en el que se sitúa el Centro Educativo pudiendo resaltarse el interés de uno de ellos, ser sustituido por otro o establecerse las modificaciones que en cada momento se estimen pertinentes. Son por tanto, una propuesta abierta y flexible de organizar los contenidos.
  4. Los ámbitos de experiencias, incluyen y hacen referencia a aspectos tales como hábitos, destrezas motoras, actitudes, etc.., desechándose un carácter exclusivamente intelectual o academicista. El receptor principal al que se dirige este nivel de organización de los contenidos es el educador. Mediante los ámbitos de experiencias, el educador puede establecer numerosos puentes y relaciones entre la organización por áreas y el trabajo globalizado en clase.

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