jueves, 14 de octubre de 2010

ESTRUCTURA Y ORDENACIÓN

La LOGSE, determina que el Bachillerato se organizará en diferentes modalidades, con materias específicas, las cuales, junto con las materias comunes y con materias optativas, vendrán a constituir el currículo completo de los alumnos que cursen estas enseñanzas. Asimismo, el Real Decreto 1700/91, establece la estructura del Bachillerato. Las modalidades se organizan en relación con los grandes ámbitos del saber y con las carreras universitarias y ciclos formativos profesionales de nivel superior que puedan cursarse después del Bachillerato, y han sido establecidos en la LOGSE. La propia LOGSE, atribuye la Gobierno la competencia para establecer nuevas modalidades o modificar las ya definidas de acuerdo con las Comunidades Autónomas.
La LOGSE establece las cuatro modalidades recogidas a su vez por el Real Decreto mencionado:
  1. Artes.
  2. Ciencias de la Naturaleza y de la Salud.
  3. Humanidades y Ciencias Sociales.
  4. Tecnología.
La articulación del Bachillerato en las cuatro modalidades tiene buenos fundamentos, tanto en la organización de la cultura de nuestro tiempo, como en los grandes itinerarios educativos que desde la Educación Secundaria encaminan hacia estudios posteriores. La cultura contemporánea, superadora de la dicotomía “Ciencias/Letras”, se organiza y especializa en grandes tipos de actividades y productos culturales en una serie de ámbitos:
  • El de la investigación científica en la naturaleza física y en la vida.
  • El de la exploración científica en el mundo humano y social, junto con aquellos otros modos de indagación e interpretación del ser humano que recogen las humanidades y los saberes antroposociales.
  • El de los instrumentos, las máquinas, la producción material y la tecnología.
  • Y el de las artes en general, no sólo las tradicionales, sino todas las surgidas a lo largo de la Historia y las más recientes, propiciadas por la tecnología.
Estos ámbitos se interrelacionan y se impregnan unos con otros. Las distintas modalidades de Bachillerato atenderán, en todo caso, a la triple finalidad formativa, preparatoria y orientadora en relación con los correspondientes ámbitos culturales que definen cada modalidad. Las distintas modalidades asegurarán, asimismo, una formación básica de carácter profesional y una madurez personal que facilite la transición de los alumnos a la vida activa. El Bachillerato se ordenará en materias comunes, materias propias de cada modalidad y materias optativas. Los alumnos de Bachillerato han de cursar todas la materias comunes del mismo, seis materias de la modalidad elegida en el conjunto de los dos cursos y las materias optativas que las Administraciones educativas fijen, así como el número de éstas que los alumnos deberán superar en cada uno de los cursos del Bachillerato. Las materias específicas de una modalidad no elegida por el alumno, pero que es impartida en el centro, podrán ser elegidas por el alumno dentro de su margen de optatividad en la medida en que el centro educativo pueda organizarse así. Esta posibilidad sirve para favorecer el progreso de los alumnos más capacitados o más motivados.
Serán materias comunes del Bachillerato:
  • Educación Física;
  • Filosofía; Historia;
  • Lengua Castellana,
  • lengua oficial propia de la correspondiente CA y Literatura;
  • Lengua extranjera.
Cada una de las materias comunes se cursará en los dos años del Bachillerato o en uno solo de ellos. La decisión a este respecto será adoptada por las administraciones educativas competentes.
La Religión Católica será materia de oferta obligada para los centros, que asimismo organizarán actividades de estudios orientadas por un profesor (estudio asistido). La determinación del currículo de la Religión Católica corresponderá a la jerarquía eclesiástica.
Desde el punto de vista de la organización del profesorado y de impartición de la docencia, las materias estarán asignadas a los departamentos o seminarios, cada uno de los cuales tendrá responsabilidad sobre una o varias materias. En el caso de los centros educativos que impartan también ESO, estos mismos seminarios o departamentos se harán cargo de las enseñanzas correspondientes a las áreas de dicha etapa.
La evaluación de los alumnos se realizará por materias. Para pasar del primer curso al segundo sería preciso haber alcanzado una evaluación positiva en las materias correspondientes, con dos excepciones como máximo.
Para recibir el título de Bachiller será preciso haber superado positivamente todas las materias: comunes, de modalidad y optativas elegidas. El título de Bachiller facultará para acceder a la FP de Grado Superior y a los estudios universitarios. En este último caso será necesario la superación de una prueba de acceso que, junto a las calificaciones obtenidas en el Bachillerato, valorará, con carácter objetivo, la madurez académica de los alumnos y los conocimientos adquiridos en él.
La movilidad dentro del Bachillerato coincide en gran medida con la posibilidad de cambiar de modalidad en segundo curso. Las administraciones educativas competentes establecerán las condiciones en las que un alumno que ha cursado el primer año de Bachillerato dentro de una determinada modalidad podrá pasar al segundo de una modalidad distinta. A través de la tutoría y del departamento de orientación, los centros de Secundaria habrán de posibilitar que los alumnos realicen la elección de modalidad más adecuada a sus capacidades y a sus intereses en el primer curso de Bachillerato, y habrán de ayudar con los medios oportunos a aquellos alumnos que en segundo curso efectúen un cambio de modalidad.

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